Este estudio se enfoca en la autoproducción de viviendas dentro de la comunidad autónoma indígena de San Francisco Pichátaro y analiza cómo los valores bioculturales influyen en su diseño y construcción. El objetivo principal es entender el concepto local del “Buen Vivir”, que está arraigado profundo en las prácticas culturales, sociales y ecológicas locales, como un marco para guiar futuras políticas públicas relacionadas con la vivienda.
El documento destaca que estos sistemas constructivos tradicionales indígenas no solo son sostenibles sino también resilientes al cambio climático. A través del análisis cualitativo basado principalmente en observaciones directas, entrevistas a profundidad con miembros de la comunidad y sesiones grupales participativas, el investigador documentó sus técnicas características para construir casas.
Se encontró que estas técnicas fomentan una relación más armónica con el entorno natural mediante el uso consciente de materiales naturales renovables disponibles localmente; asimismo contribuyen a fortalecer las relaciones comunitarias por medio del trabajo colectivo o ‘tequio’.
Así pues, este estudio sugiere reconsiderar las visiones occidentalizadas convencionales sobre desarrollo habitacional para reconocer saberes ancestrales relevantes a nivel global desde perspectivas interculturalidad respecto al desafío contemporáneo ante crisis ambiental global: adaptación social hacia patrones sustentables residencias humanos forjando ‘comunidad’ real (resiliencia socio ecológica) rompiendo paradigma urbano-industrial insustentable.