Se presentan los procesos organizativos de los pueblos Nahuas que situan cerca del volcán Malinche/Matlalcueye. Los cuales hicieron uso de estragias pensadas desde lo comunitario para mitigar el avance de la plaga del Escarabo Descortezador (Dendroctonus Mexicanus Hopkins), que estaba generando un profundo daño ambiental al bosque del antigüo volcán.
En un momento de crisis pandémica a causa del SARSCOV-19, que impedía los monitoreos por parte de las dependencias de ecología para realizar acciones de saneamiento/reforestación de los parajes afectados. En este proceso se generaron un diálogo de saberes entre adultos mayores que tenían conocimientos adquiridos a través de la práctica y la experiencia del aprovechamiento agroforestal y de las generaciones de jóvenes que han pasado por la profesionalización en áreas de biología, ciencias sociales, agronomía y derecho.
De esta manera las herramientas sociodigitales fueron fundamentales como medios de difusión de las actividades y noticias acerca de los daños en el bosque. Y posteriormente se volvieron arenas de lucha en donde se diversificaron las demandas históricas de los pueblos, convitiéndose así en espacios de resistencia ante las unidades centralizadas del Gobierno y del Estado.
Lo anterior dio como resultado una mayor organización y participación desde dentro de las comunidades, en donde se generó una relación distinta entre Naturaleza-Cultura-Tecnología. Repensando así la gestión del territorio por parte de las dependencias de ecología, y si esta había tenido resultados positivos, o por el contrario, su mala gestión había llevado a la degradación ambiental. Por ello, la actuación de los comités y colectivos Nahuas en su base fue la de recuperar un espacio que les había sido reestringido con el decreto de Parque Nacional implementado en el año de 1938. En este sentido se presentan los resultados de esta lucha por la bioculturalidad y el terruño.