El concepto de las fronteras verticales (i.e. hemisféricas) enfatiza enredos transregionales y transnacionales de gobernanza, abriendo nuevos caminos para los estudios fronterizos. Hoy proliferan los estudios de fronteras entrelazadas y co-emergentes cuando, y aunque, físicamente dispersas y no continuas. En la fronterización vertical de las Américas, quizás ninguna frontera regionalmente discontinua es más influyente hoy, políticamente, que la continuidad transversal entre fronteras norte y sur de México. A partir de un estudio etnográfico, subrayamos la necesidad de renovar nuetras reflexiones antropológicas sobre la productividad en la frontera sur, la transición a partes y poco-lineal, pero perceptible entre gobernanza humanitaria y un nuevo énfasis desde el lado gubernamental y burocrático de ‘economizar’ las/los solicitantes de asilo. Tal tendencia, hace de los jóvenes centroamericanos en situación de movilidad forzada, en especial, un blanco para la invisibilización política