Ponencia

Un ferrocarril en el ombligo del mundo: infraestructuras afectivas de (in)seguridad del Corredor Interoceánico en tiempos de la “Cuarta Transformación”

Parte del Simposio:

Materialidades políticas e infraestructuras en México moderno y contemporáneo

Ponentes

Susana Vázquez Vidal

investigadora independiente

El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) no debe reducirse a un sistema de infraestructuras que pretenden conectar de una manera más “eficiente” los océanos Atlántico y Pacífico; pues constituyen formaciones sociales, materiales, estéticas y políticamente densas con una implicación crítica, tanto por las formas diferenciadas y desiguales en que son experimentadas en la vida cotidiana, como por las expectativas que generan. Además, contienen una larga promesa de modernidad, desarrollo y progreso (Anand et al., 2018) que oculta despojo de territorios, violencias y fragmentaciones comunitarias.
De ahí que entiendo el ferrocarril transístmico como una infraestructura afectiva de (in)seguridad al contener visiones y promesas sobre el futuro (Anand et al., 2018) y estar marcadas por relaciones afectivas, de género, etnicidad y de (in)seguridad. La intervención del Estado y las relaciones políticas que se generan a partir de infraestructuras demuestra que la materialidad es solo una de las múltiples cualidades que las conforman. El vínculo entre afectividad e (in)seguridad que propongo parte de una reflexión situada en proyectos de desarrollo interrelacionados con la construcción del Estado-nación en México y desde donde es imprescindible hablar de violencia e (in)seguridad por la manera en que ha ocurrido la intervención del Estado en los territorios, el control de los caminos por el crimen organizado y por fuerzas militares en el istmo de Tehuantepec.
Desde este entendimiento propongo un análisis del ferrocarril transístmico como parte de un proyecto de Estado, el corredor interoceánico, que desde discursos de la nostalgia, el bienestar y el despliegue de programas sociales en el istmo de Tehuantepec reconstruye un mito en torno al desarrollo que divide las comunidades y pueblos indígenas, genera conflictos en los territorios y criminaliza la protesta social.