El sonjarocho y su práctica musical participativa (Turino 2008), el fandango, han transitado desde los años 80´s por varios procesos de revitalización que han difundoido la práctica de esta música en diferentes contextos de México y otros países. Las juventides han jugado un papel importante en estos procesos, que no han estado excentos de conflictos intergeneracionales, con personas adultas que también se dedican a la ejecución y creación de nuevos sones, de personas que hacen investigación en diferentes contextos. Pocas veces se ha propuesto la pregunta del sentido que tiene esta música para los grupos de jóvenes. Presentaré entonces fragmentos de la investigación sobre el Colectivo Altepee y lo que he aprendido con ellos.