A partir de un abordaje antropológico sobre las juventudes y las nuevas ruralidades, y de un acercamiento metodológico desde la Investigación Acción Participativa, se muestra la manera en que los y las jóvenes de la región centro de Tlaxcala configuran sus procesos formativos, de socialización entre pares y expectativas de vida, individuales y colectivas, en localidades altamente expuestas a elementos y entornos de riesgo, tanto sociales como ambientales (presencia de metales pesados, producción y venta de alimentos “chatarra” y contaminados, condiciones de vida y trabajos precarios, afluentes, suelos y aire contaminado, p.ej.), que trascienden la salud renal. Actualmente, en el estado de Tlaxcala las nefropatías en infancias y, principalmente, en hombres jóvenes supera la media nacional (CONAHCYT, 2023). Situación derivada, principalmente, de diversos programas y planes desarrollistas que intensificaron la actividad industrial, así como la maximación de produccción de diversas mercancías, que por varias décadas y generaciones se han ofrecido a las poblaciones locales como una promesa del mejoramiento de las condiciones de vida y de inserción en espacios laborales estables con salarios constante; aunado a los saberes, representaciones y prácticas del uso recurrente de agroquímicos, heredadados de la Revolución Verde y transmitidos transgeneracionalmente. En medio de estas condiciones históricas, las promesas de crecimiento económico, de desarrollo urbano y empleo (p.ej), convierten a las juventudes tlaxcaltecas en población desechable, ejerciéndo una dominación sobre éstas, coaccionándolas a negociar su salud y otros derechos humanos, así como la posibilidad de consolidar sus proyectos de vida individuales y familistas ante una historia de vulnerabilidades sociopolíticas, económicas y ambientales de larga data, que se han sintetizado en la prevalencia de Enfermedad Renal Crónica en población cada vez más joven.