Objetivo: Identificar en las prácticas sociales alimentarias la intersección de tres sistemas de poder como la cultura de género, el origen étnico y el estrato socio-económico en un grupo de mujeres pertenecientes a la comunidad de Santa Rosa de Lima municipio de Tututepec Oaxaca. Metodología: Se seleccionó la etnografía como estrategia metodológica con el apoyo de dos instrumentos: la guía de entrevista y la guía de observación, ambas permitieron contextualizar socioeconómicamente a las mujeres participantes, describir y organizar los temas relacionados con el proceso alimentario doméstico y familiar. Se entrevistaron 6 mujeres, dos mixtecas, dos chatinas y dos mestizas. Resultados: Para algunas de las mujeres entrevistadas de origen étnico el uso del fogón y la práctica de “echar tortilla” representan etnicidad y pobreza, lo que genera una paradoja, por un lado, significa el orgullo por conservar prácticas alimentarias que les dan identidad étnica y comunalidad y por el otro la vergüenza de ser identificadas como pobres. La convivencia cotidiana con sus suegras ejerce algún tipo de juicio sobre sus prácticas alimentarias determinadas por su género. Conclusiones: En las prácticas sociales alimentarias se observa una intersección entre el género, la etnicidad y la pobreza. Las mujeres-madres continúan siendo la única responsable de la salud y alimentación familiar, además de contribuir al ingreso, perpetuando la carga física, mental y económica en las mujeres-madres, independiente de su nivel educativo. En la interacción entre suegras y nueras, se observa como las primeras validan algunos aspectos de la cultura de género de las segundas durante el proceso alimentario, reforzado por su condición “subordinada” social y económica en la relación de poder suegra-nuera. La cultura de género continúa siendo producida y reproducida por mujeres.