La educación bilingüe en México que involucra a las lenguas indígenas y el español se propuso desde la segunda mitad del siglo XX y a partir del siglo XXI la educación bilingüe e intercultural se integró plenamente a los documentos y discursos oficiales. Sin embargo, fue hasta 2011 que se abrió un espacio curricular para una asignatura de lengua indígena en educación primaria y otro espacio en educación secundaria. Aunque estos espacios curriculares se han propuesto exclusivamente para aquellas escuelas con población considerada indígena en su mayoría. De manera que la educación intercultural y bilingüe no ha alcanzado a la población hablante de español. Posteriormente, en 2014 bajo el argumento de formar ciudadanía global se prescribió la enseñanza obligatoria del inglés en todos los niveles de la educación básica desde una noción de educación bilingüe en inglés y español. En algunas escuelas se abrieron espacios laborales específicos para docentes de inglés, mientras que en muchas escuelas de educación indígena esta materia no se imparte a pesar de su obligatoriedad. En la última reforma curricular se propone el abordaje de la diversidad lingüística del país de manera conjunta. Ante este panorama es importante reflexionar desde la perspectiva antropológica y etnográfica acerca de las relaciones ideológicas y de jerarquía social que pesan sobre las diversas lenguas presentes en el contexto escolar y cómo los docentes enfrentan la enseñanza a pesar de la carencia de materiales didácticos, el desconocimiento mismo de las lenguas en cuestión y las expectativas curriculares que afirman que a partir de la enseñanza de las diversas lenguas se podrá comprender y valorar la diversidad propia del país, además de resolver los problemas y conflictos de la cotidianeidad, y participar de la sociedad global y digital actual.