Los ralámuli, como el resto de los pueblos indígenas del país, son sobrevivientes ante la amenaza constante de la sociedad hegemónica que favorece sólo una forma de pensar y ser, la occidental. Los ralámuli han logrado, a pesar de todo, persistir en un mundo en donde no han sido aceptados, ni comprendidos y por lo mismo no respetados. Es decir, a pesar de la fuerte inercia de la colonia y posteriormente del estado Mexicano por la destrucción de la diversidad cultural, persisten y siguen danzando. A esto se le ha nombrado: resistencia, las “armas de
los débiles” (Scott 1985), resiliencia o estrategias de sobrevivencia. Un rasgo trascendental para que suceda esta resiliencia que se observa constantemente es la capacidad que tienen de pensar a partir de la multiplicidad y la colectividad (Sangers 2014: 17). La danza del paskol es un reflejo de ello. En este ensayo se demostrará esto a través del análisis desde su historia, su contexto social y ontologías.