La antropología nació bajo un supuesto de racionalidad objetiva lo cual, de cierta manera, impidió abordar el campo onírico como un saber en sí mismo. En esta ponencia, rastreo ciertas bases epitemológicas que impidieron a esta ciencia operar en un registro onírico, como si lo hicieron con la mitología, el parentezco, la ritualidad. Para ello contrasto, por un lado, la visión cientifica que sustenta la razón y la sinrazón onírica y, por otro, el mundo onírico que no se apega a esta normatividad. Para ello tomo como ejemplo a los wixaritari y na’ayari.