En las últimas dos décadas, las tasas de sobrepeso y obesidad en México se han incrementado de manera sustancial, alcanzando registros superiores al 70 por ciento del total de la población, considerándole un problema de salud pública. Sin embargo, otras mediciones han revelado que menos del 20 por ciento de quienes habitan en el país se asumen con problemas de peso corporal, por lo que existe una diferencia entre las percepciones médicas y sociales de la obesidad. Desde la antropología, en especial, la de la salud y la de la sexualidad, ha sido posible plantear un modelo biocultural de estudio de la situación de personas consideradas con obesidad en la ciudad de México a fin de conocer las formas en cómo construyen su imagen corporal y viven sexualidad en medio de un contexto en el que se cuestiona la diversidad corporal y estética. Para ello a través de una metodología cualitativa se entrevistó a tres hombres y tres mujeres. Los resultados muestran la percepción y las respuestas de resiliencia cultural ante la exigencia de moldear el cuerpo a través productos tecnológicos y cambio de hábitos conforme consensos médicos y estereotipos sociales. En esta ocasión, se compartirán los resultados de uno de los casos analizados.