A partir de 1945 inicia el proceso de construcción de la política del medio ambiente global, en el cual emerge la preocupación por la modificación humana de la biosfera y sus consecuencias sociales. A la par del surgimiento de una Estrategia Mundial de Conservación de los ecosistemas en las décadas de 1970-80, a partir del cual se identifican las regiones prioritarias para su conservación en función de su “diversidad biológica”, se plantea la relación de la riqueza de especies vegetales y animales con los pueblos indígenas y comunidades campesinas que habitan esos territorios. En ese sentido, se construye la idea de “diversidad biocultural” y esto permite entender de forma distinta los territorios habitados por pueblos indígenas, vistos ahora como repositorios de germoplasma, nuevas y potenciales formas de riqueza biológica y económica. Un nuevo recurso que podía ser aprovechado gracias a la biotecnología y que propiciaba una serie de conflictos con los pueblos indígenas y campesinos que legalmente tienen la propiedad colectiva de la tierra, pero que se enfrentan a intereses económicos, científicos y políticos nacionales, extranjeros y trasnacionales; intereses que quieren explotar, apropiarse y aprovechar los recursos biológicos que se encuentran dentro de los territorios que habitan los pueblos indígenas y campesinos. Por tanto, el objetivo de la ponencia es explorar ese tipo de conflictos (ecológico-distributivos) en el que se confrontan ideas distintas sobre la naturaleza, su aprovechamiento y conservación desde criterios científicos, económicos y culturales diversos.