En años recientes se ha acelerado una “nueva carrera espacial”. En alianzas con agencias especiales, grandes corporaciones compiten por negocios multimillonarios: operación de satélites, turismo especial, reproducción asistida “ingrávida” e, incluso, la colonización de Marte. Paralelamente, se impulsa la experimentación científica en Tierra, desarrollando materiales y fuentes energéticas, además de buscar replicar condiciones que permitan vida en el espacio exterior. Estos proyectos, impulsados por una élite económica y tecnológica, requieren un entramado simbólico que los sustenten.
En esta ponencia, destacamos dos proyectos: el estudio de Tapetes Microbianos (TM) y el proyecto Spaceborn United. La UABC ha incorporado un equipo interdisciplinario para exploración y toma de muestras de TM en zonas costeras. Los TM representan ecosistemas antiguos y son claves para entender la evolución de la vida en la Tierra y, potencialmente, en otros planetas. Por otro lado, Spaceborn United, es una empresa que busca la reproducción humana en el espacio mediante tecnología de reproducción asistida.
Con base en información de campo acompañando a los equipos que estudian los TM, y de narrativas que circulan en medios textuales y visuales, la ponencia analiza los simbolismos que dotan de sentido a las misiones espaciales y construyen un “sentido común” sobre el fin del mundo y legitiman los planes “alternativos” de las corporaciones ante la amenaza de la extinción humana.
Planteamos la tesis de la nueva carrera espacial como “ruta de escape”, que rompe el metabolismo social humanidad-naturaleza, que desdibuja al trabajo como mediación y regulación de éste y, por tanto, parece aceptar como costo la renuncia a preservar la vida en la Tierra. Estas narrativas demarcan simbolismos de género: la fantasía de la conquista es vista como una labor masculina, mientras el cuidado del planeta, con valor disminuido frente a la posibilidad de habitar otros mundos, recae en roles femeninos.