En esta participación reflexionó sobre la urgente necesidad de que todas nos preguntemos qué implica ser mujer en la academia. A partir de este punto de inflexión se pueden ir desmontando el sistema patriarcal que igualmente impera en los ámbitos educativos, académicos y de investigación, a la vez que se reconocen y evidencian las desigualdades. Desde mi propia experiencia analizo mi trayectoria profesional para identificar estos aspectos, reconocerlos en mis colegas y la formación de estudiantas, y sugerir algunas pistas para empezar a dialogar y atender desde una perspectiva feminista (más compleja) estas desigualdades.