La ponencia contribuye a los desafíos de incorporar los Programas Intergeneracionales (PI) en la educación superior, a partir de la perspectiva de hombres y mujeres: profesores adultos mayores y estudiantes universitarios. Se parte de considerar que la Universidad debe ser un entorno que empiece por articular acciones para su propia comunidad, desde una política institucional que detone los escenarios que promuevan el contacto intergeneracional de sus actores.
El abordaje metodológico atendió a un paradigma interpretativo recuperó el habla de los participantes, con entrevistas y grupos focales. Construyendo la categoría teórica denominada PI y las categorías empíricas fines, participación y escenarios. Los resultados se centran en la categoría escenarios definidos como los lugares o momentos en los que se pueden desarrollar PI.
Las estrategias de análisis de contenido, discurso y la sistematización con el recurso de MAXQDA identificó lo que es común y diferente en el habla. Se comparte la mirada de la Universidad como un espacio para el trabajo. Se describen obstáculos y facilitadores para el desarrollo de éstos. Los resultados, representan una oportunidad al promover acciones institucionales para el acercamiento de las generaciones, pueden constituir, además de una oportunidad para generar elementos de decisión e innovación entre los profesores y los alumnos, detonantes de procesos de enseñanza y aprendizaje, así como la motivación hacia el intercambio de distintos aprendizajes y experiencias en las que personas de distintas
generaciones puedan ser protagonistas de su propio proceso educativo, a través del diálogo intergeneracional, del fomento y la puesta en práctica de nuevas técnicas de aprendizaje y formación; a estas acciones habrá que añadir que también puede ser una política universitaria a largo plazo en la que todos los miembros universitarios la asuman como estrategia para afrontar el envejecimiento de la planta académica.