Las crisis ambientales, enmarcadas en una gran crisis civilizatoria, nos urge al planteamiento de su abordaje desde diferentes enfoques teóricos. La ecología política, por ejemplo, se nos presenta como un campo teórico híbrido con carácter de ciencia interdisciplinar con aportes de la geografía, la antropología, la sociología, los estudios políticos y las ciencias ambientales; considero también, de suma importancia, la necesidad de anexar un discurso filosófico que abarque nociones epistemológicas y ontológicas, como la concepción del mundo.
A través de la ecología política, la antropología ha insistido en la crítica a la capacidad destructiva que las prácticas del capitalismo global ejercen sobre la tierra. Se ha presentado como una herramienta teórica y de análisis que pone en tela de juicio los valores que, sustentados desde la ciencia y la tecnología modernas, consideran la explotación de la naturaleza para la acumulación del capital en aras del progreso. Se hace énfasis en otros sistemas valorales, estableciendo un encuentro con otras concepciones de mundo en cuanto a relación y apropiación de la naturaleza y ofrece un campo teórico y práctico para el análisis de nuevas identidades que se gestan en grupos sociales que presentan alternativas a través de la resistencia, la afirmación y la reconstrucción del ser humano.
Un reto que se nos presenta aquí a los antropólogos, es el de pensar más allá de la disciplina propia e incorporar diferentes aparatos teóricos y metodológicos. La intención del trabajo aquí presentado, es mostrar a la antropología en su posibilidad de dar cuenta de formas de vivir de diferentes sociedades, pero que también de especular, teorizar sobre las alternativas de vida que podrían ayudar a sostener la vida humana en este planeta si queremos seguir habitándolo; un diálogo antropológico-filosófico (ontológico y epistemológico) sobre la problemática.