La normalización de la violencia en México ha dejado su impronta en la subjetividad de los jóvenes. La adopción y manifestación de conductas violentas es cada vez mas frecuente en diverso ámbitos de la vida cotidiana, en muchos de ellos como un intento de emular actos del crimen organizado. Ante esta situación esta investigación propuso un estudio, en jóvenes que habitan en un contexto de violencia ligada al narcotráfico, que permitiera reflexionar sobre los factores subjetivos y contextuales que inciden en la adopción de la violencia y/o en la normalización de ella y las consecuencias a nivel subjetivo y social de esta convivencia cotidiana con la violencia. Dichos testimonios ilustran cómo estos perciben su vida, en un contexto en el que la palabra ha perdido su efectividad simbólica y las instituciones trasmisoras de la ley hay perdido toda confianza. Contextos donde el éxito de la violencia del crimen organizado radica en que ha quebrado la posibilidad de confiar en el otro, mismo que se convierte en un posible enemigo “no se puede confiar en nadie, ni en la familia” articulan estos jóvenes. Que depara para el porvenir de nuestra sociedad cuando parece que la única vía de supervivencia es la in-diferencia, misma que hace eco a la postura del Estado ante el padecimiento de muchas comunidades.