La relación que hay entre epistemología y antropología es amplia históricamente. Cada época ha diseñado teorías y modelos de explicación para fenómenos sociales que se consideran pertinentes o de competencia de la disciplina. Hoy en día la antropología presenta nuevamente este tipo de cambios en su cuerpo teórico que apuntan o abocan a los actuales problemas sociales. Con el auge de los sistemas masivos de comunicación, la crisis climática, las pandemias, los conflictos bélicos y la reconfiguración financiera de las grandes potencias mundiales la sociedad presenta una nueva visión de futuro completamente diferente a la que se había previsto con el neoliberalismo de finales del siglo XX. Ante esta situación las ciencias sociales junto con la antropología han tenido que reconfigurar sus conceptos teóricos y metodológicos a fin de poder trabajar con el nuevo escenario global. Ahora, ante estas reconfiguraciones aparece la llamada antropología del futuro como una variante de la disciplina. Las antropologías del futuro contemplan un nuevo escenario social y global, pero sobre todo temporal en donde la construcción de teorías dependerá de un acercamiento a los imaginarios colectivos y a la percepción del tiempo social. Sin embargo aún no puede considerarse como un sistema “completo”, debido a su constante cambio por las múltiples percepciones y nociones que tiene la sociedad sobre el futuro. Por lo tanto la intención es pensar a la antropología del futuro desde su posición epistemológica.