Esta exposición es el resultado de un ejercicio etnográfico desarrollado en la Ciudad de México con el objetivo de entender los destinos de la ropa de segunda mano en un contexto de sobreproducción de prendas de vestir motivado por el modelo de la moda rápida. Una de las narrativas que ha impulsado la venta y el consumo de este tipo de mercancías está ligada a un estilo de vida alternativo y consciente que intenta desacelerar el consumo de productos nuevos, aunque no logre desestimular la producción de los mismos. En el entorno urbano se han ido popularizando los bazares de fin de semana que venden está ropa junto a otros productos que se enmarcan dentro de la lógica de los emprendimientos locales que se presentan como una alternativa a la producción mercantil masiva.