Ponencia

La cartografía social de niños, niñas y adolescentes para explorar los determinantes de la salud de sus comunidades

Parte del Simposio:

Miradas antropológicas sobre procesos de salud y problemáticas socioambientales en el contexto del Antropoceno

Ponentes

Alethia Dánae Vargas Silva

Facultad de Psicología, Universidad Michoacana de San Nicolas de Hidalgo

Ana María Méndez Puga

Facultad de Psicología, Universidad Michoacana de San Nicolas de Hidalgo

María Elena Rivera Heredia

Facultad de Psicología, Universidad Michoacana de San Nicolas de Hidalgo

Desde hace 25 años se ha señalado la incidencia de personas menores de 30 años con enfermedades renales en varios municipios de la Región del Oriente de Michoacán atribuibles a factores socioambientales. La primera etapa del proyecto PRONACES “ERCEND” ha trabajado en un diagnóstico integral de la relación entre la exposición a contaminantes prioritarios y la Enfermedad Renal Crónica de etiología no determinada.
Desde el enfoque de promoción de la salud se enfatiza la necesidad de construir una mirada interseccional a la salud. Como lo muestra la mirada comunitaria y la educación popular, la recuperación de la memoria histórica y colectiva es indispensable para dar pie a la lucha por un ambiente sano, el derecho al agua y por la sobrevivencia ante la enfermedad, así como la supervivencia de los actores sociales que problematicen las “significaciones imaginarias” de los procesos de salud- enfermedad en la vida cotidiana. Con ayuda de la cartografía Social se ha comenzado a indagar los elementos temporo-espaciales en relación a los factores socio ambientales que niños, niñas y adolescentes identifican que impactan en la salud de sus comunidades.
Los participantes identifican riesgos de carácter social, relacionados a la violencia estructural y a las violencias espectaculares que fortalecen las diferencias de género en el uso de los espacios por parte de la niñez, la adolescencia y las familias. Se muestra la normalización de consumo de bebidas azucaradas y de comida con alto contenido de sodio, grasas saturadas y otras sustancias dañinas para la salud, pero que pueden impactar más en los cuerpos infantiles. Es claro que los niños y las niñas reconocen las situaciones de riesgo que les rodean en sus comunidades, pero también permiten ver que existen pocas posibilidades de participación de parte de estos grupos sociales en la incidencia de la transformación social.