El blanqueamiento de las ciudades latinoamericanas no es un proceso nuevo; sin embargo, en el centro histórico de Tlaxcala comenzó recientemente, a la llegada del primer gobierno morenista estatal. El blanqueamiento de la ciudad ha consistido en mover los espacios antes populares a espacios fuera de la ciudad como el hospital general, el tianguis de artesanías, la prohibición de venta de artesanía ambulante; espacios que han sido habitados de forma histórica y se han significados en comunidad, para pasar a ser turistificados y usados para tal fin. Existe un reordenamiento étnico en donde la blanquitud está ejerciendo una subordinación étnica de lo propio, de lo identitario. El proceso de blanqueamiento ha sido sistemático, se han utilizado estrategias ideológicas como el eslogan de turismo: “Tlaxcala sí existe” o promocionando en medios de comunicación a Tlaxcala como un lugar ideal para vivir o para la industria del turismo; se ha violentado a quienes han habitado Tlaxcala, se ha limitado su habitar en la ciudad. La gobernadora está llevando a cabo proyectos como el “Autotren”, el Corredor Urbano en el río Zahuapan que pretende construir un espacio de turismo antes que el saneamiento del río. Se pretende analizar cómo el gobierno morenista ejerce del poder violentando a quienes habitan el centro histórico usando estrategias ideológicas y acciones de gobierno.