Busco dar cuenta de los efectos y la configuración de un sujeto feminizado, endeudado, bancarizado y dependiente de remesas y/o PTMC en San Andrés Azumiatla, Puebla. Argumento que dicho sujeto forma parte del proceso de feminización tanto de los PTMC, de la migración y la deuda. Para ello, propongo considerar tres situaciones clave en el actual capitalismo financiarizado y globalizador (Fraser, 2020): primero, la actual “economía de trabajos precarios” (Fraser, 2020), segundo la “financiarización de la reproducción” (Federici, 2019) y tercero, la configuración de un sujeto feminizado, endeudado y bancarizado a través de la intervención selectiva de PTMC como Prospera y Oportunidades.
Con esto en mente, retomo los efectos de este proceso durante tiempos de COVID-19 en San Andrés Azumiatla. Localidad ubicada en la periferia urbana de la capital del estado de Puebla. Azumiatla es actualmente considerada como “localidad índigena” de tipo B y se caracteriza por una intensificación de la migración ligada a la desarticulación de la producción agrícola en la zona. Con este objetivo, utilizo una tipología enfocada en tres principales fuentes de ingreso identificadas en trabajo de campo: remesas, salarios e ingresos por la venta de productos agropecuarios. En cada uno retomo las diferencias y semejanzas en cuanto al acceso a programas sociales, a modelos de endeudamiento y, sobre todo, las acciones desarrolladas por los san andrecinos para amortiguar las contingencias que implicó la llamada “crisis sanitaria”.