Esta ponencia nace desde la inspiración de mujeres que producen y crean música con un sentido político feminista. Surge desde líricas que enchinan la piel, que nos recuerdan la realidad que las mujeres viven cotidianamente en un país como México donde en cualquier espacio privado o público el riesgo de experimentar algún tipo de violencia se ha convertido en una constante. Es un texto que reconoce a la música como una posibilidad de acción política para demandar y exigir otras maneras de ser y hacer acciones de transformación. El análisis se concentra en el proceso creativo de canciones que lanzan una reflexión sobre lo que entiendo por feminismos musicales. Así pues, el abordaje que aquí se presenta tiene algunas bases que son fundamentales: la primera, mencionar que la metodología feminista es el eje teórico epistémico fundamental en la producción de este trabajo, y con esto me refiero a que la teoría y análisis del proceso de investigación en el que me inscribo tiene un objetivo político de reconocimiento de las experiencias y capacidad de generar saberes principalmente de mujeres (Harding, 1998; Bartra, 2008), y las disidencias sexo genéricas. La segunda, advertir que no me centro en hablar de la música y de las canciones solamente como una mera expresión estética, sino que la entiendo como una práctica artística que produce experiencias políticas, y específicamente en este caso experiencias feministas (Viera, 2018).