En esta ponencia reflexiono sobre las relaciones que tejen algunas de mis interlocutoras para comunicar y compartir sus experiencias de dolor. Mi objetivo consiste en analizar aquellas agrupaciones de mujeres que socializan sus experiencias con la enfermedad. Estas
agrupaciones se pueden dar a veces de forma más orgánica, y otras veces de manera más dirigida por una asociación civil. Es decir, algunas de estas agrupaciones nacen de la Asociación
Civil “Una sonrisa al dolor” que de forma frecuente realiza actividades de recreación. Otros círculos se generaron por iniciativa de grupos feministas con la finalidad de sensibilizar a
públicos no–enfermos sobre su enfermedad. Y finalmente, también incluyo en este apartado los grupos focales y talleres de escritura que organicé con fines académicos durante mi trabajo
de campo. Dado que lo que me interesa observar son las comunidades en donde se compartió una comunicación más horizontal entre mujeres enfermas. Otra de las características de estas agrupaciones es – aunque no siempre– sensibilizar a otros públicos no enfermos sobre los problemas que se viven día con día a causa de la enfermedad. Dicho lo anterior, la intención de
esta ponencia, va sobre la formación de agrupaciones de personas diagnosticadas con fibromialgia y la agencia de las personas para hacer comunidad y reflexionar sobre su dolor y al mismo tiempo sentirse acompañadas por otras mujeres que viven en condiciones similares. A ello se le suma la intención de ir más allá de la idea de que las enfermedades se viven de manera solitaria. En estas agrupaciones, comentan algunas de mis entrevistadas, mejoran el aspecto anímico, pues ahí no sólo se habla del dolor, o las inclemencias de la enfermedad, sino que también se comparten formas de curarse, hobbies, chistes, cotilleo y risas.