En esta ponencia me interesa discutir el papel que la racialización juega en la asignación de valor que se les da a los cuerpos, definiendo qué vidas merecen ser cuidadas y reproducidas, y qué vidas se dejan o hacen morir. Propongo que además de indagar en el valor en su sentido simbólico, debemos considerar el papel que el valor, como parte del proceso de acumulación de capital, juega en la necropolítica (Mbembe 2003), es decir, de qué manera la población perteneciente al ejército industrial de reserva o que incluso queda excluida de este, se racializa y constituye como desechable. Frente a la violencia y el abandono, numerosas personas y poblaciones han respondido con el cuidado de sí, tanto en el nivel íntimo e individual de las personas, como en el cuidado colectivo por medio de la defensa de sus formas de vida, derechos y bienestar. En el contexto migratorio y transfronterizo, muchos de estos cuidados colectivos suceden por medio de las remesas y proyectos dirigidos al desarrollo de las localidades de origen como una forma de contender con la violencia estructural y la muerte lenta (Moreno Parra 2019) de poblaciones racializadas. En este trabajo presentaré el caso de una población afroindígena transfronteriza para plantear, en primera instancia, el papel que ha jugado la racialización en la asignación de valor a sus cuerpos, y en segunda instancia, las estrategias de cuidado colectivo que han ido desarrollando en los últimos años por medio del fortalecimiento de sus redes comunitarias en México y Estados Unidos. Específicamente, abordaré el tema del agua y el actual esfuerzo para construir un pozo en El Nacimiento de los Negros, Coahuila.