Esta ponencia busca resaltar la riqueza y la diversidad de ideas que se produjeron a finales del período Colonial en Chiapas, sobre el origen de los habitantes de una antigua ciudad abandonada entre la selva. A través de la revisión de una serie de ediciones publicadas a finales del siglo XVIII y principios del XIX, por un grupo de savante (eruditos), se intenta demostrar como este esfuerzo fue posible, gracias a un modelo epistemológico centrado en la Similitud (Foucault, 1968). Mismo que permitió construir una Prosa (Foucault, 1968) para nombrar, clasificar y dotar de sentido a todas aquellas cosas que los anticuarios iban encontrando sobre la ciudad de las Casas de Piedra, aún desconocida para la época. La Similitud fue la base que dotó de vida social, verbigracia, a las construcciones, los relieves, los dibujos, los mapas, así como a algunos antiguos manuscritos, entre otros, dando paso a una taxinomia (Foucault, 1968) de palabras y categorías. Creándose de esta manera una especie de locación científica, desde donde estos savante leían, escribían, hablaban y confrontaban las primeras cavilaciones sobre este lugar y sus moradores. Cabe mencionar, que, será partir de la primera mitad del siglo XIX, que esta clasificación será utilizada por algunos viajeros y primeros arqueólogos, como base de sus aproximaciones para describir y explicar el origen de esta vetusta ciudad de la otrora Provincia de Chiapa, años previos a que las ciencias antropológicas se refieran a esta como Palenque o Mayas.