¿Cuál es la importancia de un lenguaje común? ¿Cuál es la pertinencia de hacer consciente los lenguajes del cuerpo humano y articularlos a las epistemologías con el propósito de potencializar las metodologías en campo y el compromiso que este implica?
Estas preguntas nacen de saber que existen muchas teorías críticas, pero pocas comprueban serlo, y una forma de decirlo es sacando al juego lo paradigmático que se oculta en la práctica del deporte.
Veo en el fútbol femenil amateur un lugar que apunta a un ligar en donde el lenguaje se derrumba y justo esa es la potencia que tiene, no se puede hablar de forma directa de lo inefable, pero de forma paradójica si se puede referir desde el lenguaje antropológico a lo inefable, el movimiento. Describir y analizar el movimiento de la práctica cultural del fútbol amateur femenil nos permite comprender la construcción y reconstrucción humana a través del deporte, y con ello visualizar la forma en que se genera la creación de redes de apoyo que permiten coadyuvar al desarrollo socio-cultural de este grupo poblacional, nos urge compartir la experiencia y nosotros representamos un papel fundamental en ese aspecto, ya que se sustenta en el trabajo de campo. Al ser una práctica deportiva, mente y cuerpo están involucrados y esto permite identificar los procesos adaptativos a los cuales están sometidas, a su vez, el deporte amateur tiene características específicas de un “habitus” concreto, y donde la antropología del deporte al ser un campo interdisciplinario tiene efectos profundos en el comportamiento humano, en la cultura y en la estructura.