La ponencia analiza a la universidad como una institución altamente patriarcal y capacitista, el capacitismo es un sistema de opresión que se expresa mayormente en las personas que viven en situación de discapacidad, al no encarnar la norma corporal e intelectual hegemónica, de igual forma, el patriarcado en un sistema social de dominación y subordinación en contra de las mujeres y todas aquellas manifestaciones de lo femenino. Históricamente, las personas con discapacidad al igual que las mujeres, han sido excluidos o limitados respecto a su acceso al espacio universitario, en este sentido, la universidad se ha configurado como un espacio de exclusión y segregación al privilegiar ciertos elementos corporales e intelectuales considerado como los “únicos” y “válidos” para producir conocimientos.
Si bien en la actualidad existen políticas de igualdad e inclusión para que las personas en situación de discapacidad y las mujeres, tengan las mismas oportunidades respecto al acceso a la educación superior, en la praxis, existen distintos mecanismos de violencia de índole sexual, psicológica, racial, clasista, etc., implementados para disciplinar, castigar y expulsar a aquellas personas que han logrado ocupar un espacio en la universidad pero que siguen siendo considerados no gratos y no capaces para permanecer en dicho espacio formativo.
Durante mi formación como estudiante de antropología y, posteriormente como docente e investigadora, experimenté y me enfrenté a dichos mecanismos de violencia que fueron ejercidos para hacerme desertar o para hacerme saber que yo no era bienvenida en ese espacio dichas violencias, me obligaron constantemente a demostrar que era “capaz” de hacer un trabajo etnográfico con rigurosidad y que era “capaz” de comprender de marxismo y economía, entre otras habilidades consideradas como masculinas.
En mi experiencia como docente universitaria, me encontré en las aulas a estudiantes con discapacidad, quiénes constantemente sufrían violencia por parte de otros docentes, al no poder “cumplir” con las actividades en los formatos académicos hegemónicos, no obstante, dichos estudiantes realizaban si llevaban a cabo las actividades, pero con otros formatos que, a mi parecer, son igual de válidos, a pesar de los esfuerzos de los estudiantes no lograron concluir con sus estudios, al ser considerados “no capaces” de obtener un título universitario.
En función de lo señalado, cabría cuestionar ¿Quién o quiénes son los actores considerados capaces para estar, habitar y transitar por la universidad y la academia? En la presente ponencia se va buscar dilucidar el entramado entre capacitismo y patriarcado como dos sistemas de opresión que tienen una importante presencia en el espacio universitario y que han permitido la reproducción de prácticas violentas y de dominación en contra de las mujeres y de las personas con discapacidad que han buscado ejercer su derecho a la educación.