Esta ponencia busca reflexionar sobre los paradigmas clásicos en antropología sobre el concepto de violencia. Existen dos posturas que dominan la arena de los estudios de las violencias en antropología. Por un lado existen las perspectivas clásicas de esencia naturalistas que ponen a la violencia como una expresión liminal de trascendencia individual y colectiva y la criminológica que pone el acento en la psique humana como un elemento central de la conformación de la “naturaleza” violenta” del ser humano. Por otro lado, ambos discursos además de desdibujar los contextos sociales de las expresiones de violencia, ponen la carga analítica en los sujetos violentos, principalmente hombres, lo que ha colocado como parte implícita de los estudios de la violencia la “naturaleza violenta de los hombres” y a las mujeres como entes pasivos a estas violencias.

Los Derechos Humanos y los estudios de género desde una perspectiva antropológica comienzan a cuestionar las bases epistemológicas de la construcción del concepto de violencia, con características preponderantemente de la llamada “naturaleza humana” a discutir sobre lo que podría llamarse las expresiones sociales de las violencias que se van alejando de la perspectiva naturalista y que comienzan a develar las implicaciones sociales y políticas de la construcción de conocimiento sobre la violencia en los discursos clásicos.

Esta ponencia quiere invitar a reflexionar sobre las implicaciones políticas, sociales y culturales de estos, los giros epistemológicos y la necesidad de replantear la enseñanza de la violencia en antropología.