El presente trabajo tiene como objetivo exponer parte de los resultados del proyecto de tesis: “Menstruación, migración y derechos humanos: Salud y gestión menstrual de mujeres venezolanas en tránsito por la Ciudad de México (2022-2023), CIESAS-GOLFO. A partir de una investigación etnográfica y desde una perspectiva activista, interseccional y feminista-afectiva, se indagó cuáles son las experiencias, percepciones y practicas menstruales de las personas en situación de movilidad que transitan por México. De esta manera, se reconoció el carácter multidimensional y relacional de la menstruación con la vida sociocultural y política de las personas. Así como los efectos que producen las políticas migratorias en la salud menstrual de las personas.
Vivir una menstruación digna significa tener la posibilidad de vivir y gestionar el ciclo menstrual de forma autónoma, informada y libre de estigmas o tabús que violenten las experiencias de las personas menstruantes. Por lo tanto, la dignidad menstrual, no puede pensarse aisladamente de los procesos de opresión, ni del acceso o la garantía de derechos. Sin embargo, cuando pensamos en el escenario migratorio, la búsqueda de dignidad menstrual plantea nuevos desafíos. Pues al situar las experiencias menstruales de las personas en movilidad, nos encontramos con dos problemáticas. En primer lugar, los desafíos a los que se enfrentan durante su tránsito, resultado de la precarización y ausencia de derechos debido a los contextos hostiles y de muerte, lo que les obliga a vivir situaciones de supervivencia. Y, en segundo lugar, la brecha que existe entre las políticas de protección a las personas en movilidad humana y la – falta de- prácticas reales que garanticen los derechos de las personas en movilidad. Es, ante esta complejidad, que nace la pregunta: ¿Cuáles son las estrategias llevadas a cabo por las organizaciones multilaterales para defender y garantizar la dignidad menstrual?