La emergencia del turismo de experiencia en Yucatán se enmarca en una tendencia global por el deseo del redescubrimiento del territorio y el retorno al origen que han agudizado la valorización de una red de pueblos y zonas rurales como nuevos espacios para el turismo. En esta región del país los espacios y poblaciones rurales son interpelados por un lado, dentro de una narrativa que responde a fenómenos como la saturación del turismo de masas y a la crisis de desagrarización del campo, y por otro lado, las tradiciones y las formas de vida rurales se agudizan como elementos de valor en el que el patrimonio territorial (cultural y ambiental) es mercantilizado ante la creciente demanda de autenticidad. La expansión geográfica del fenómeno del turismo hacia el interior del estado en localidades rurales se ha intensificado a partir de la implementación de diversos programas públicos como el de Pueblos Mágicos. En esta ponencia se exponen avances de una investigación doctoral donde se expone el caso del pueblo maya de Maní como experiencia que permite analizar el contexto actual de la tendencia a la terciarización en el campo a partir del turismo. Para ello se analiza el turismo a la luz del proceso de desagrarización que se ha venido gestando desde hace varias décadas en Maní y que ha implicado por un lado, la pérdida de protagonismo económico, social y político de la actividad agrícola, y por otro, que está posibilitando el desarrollo del turismo con amplia participación de la población local.