Ponencia

De giros y sorpresas en la investigación antropológica. Reflexiones del trabajo de campo en tiempos de covid-19

Parte del Simposio:

De la antropología y sus métodos en tiempos de covid 19. Contingencias, improvisaciones, flexibilidad y reflexividad

Ponentes

Ollinca I. Villanueva Hernández

UAM Iztapalapa

El proceso de investigación antropológica, plantea la relevancia del trabajo de campo como estrategia fundamental en la búsqueda de los insumos necesarios para la comprensión de la otredad. Quien investiga se convierte en referente de conocimiento o en “autoridad etnográfica”, a partir de presenciar las dinámicas sociales de las comunidades en las que se inmiscuye, en un proceso concienzudo de planeación, observación, involucramiento profundo y registro de “datos” y experiencias, que ofrecen las pautas para la elaboración de un documento que será o no reconocido por la autoridad académica, como un referente de conocimiento especializado.
En este proceso las sorpresas son parte orgánica de la investigación, así como los cuestionamientos a los lineamientos prestablecidos. Existen una serie de criterios esperables en los programas de estudios que difícilmente serán modificados y que garantizarán el “ritual de paso” del antropólogo(a/e) en formación. Son los marcos de conocimiento teóricos y metodológicos de la antropología, los que sustenta una tradición antropológica y en los cuales se mueven los debates respecto a la relación que se sostiene con “el otro”, pero ¿cómo se desarrollan estas relaciones en un contexto como el que plantea una pandemia?, ¿cómo se construye la relación con “el otro” ante las dificultades de verse cara a cara?, ¿cómo se desarrolla el trabajo de campo ante el temor a un encuentro que representa el posible encuentro con la muerte?, ¿qué papel juegan las instituciones en estos contextos?, ¿cómo se desarrolla el trabajo antropológico en estas condiciones? Y ¿qué representa su desarrollo?
La reflexión sobre el propio proceso de investigación brinda las pautas para profundizar en las formas en las que la antropología se reformula en contextos de contingencia, pero también permite discutir en las formas en las que esta disciplina dialoga con los criterios emergentes y las instituciones que la determinan. Mi experiencia se desarrolla en un contexto en el que el plan de investigación se transformó radicalmente, ante el cierre de las instituciones en las realizaba trabajo de campo. Esto me colocó en una serie de dilemas personales, académicos, éticos e incluso políticos, que reposicionaron mi intensión investigativa, pues el contexto en el que contingencia extrema en el que desarrollé mi trabajo no se asoció solamente con la declaración de una pandemia que golpeó a la humanidad en el sentido más profundo, sino que me colocó ante un marco de violencia extrema que se extendió en México a partir del fortalecimiento del narcotráfico.
Fue en este marco que mis planteamientos metodológicos y teóricos, mis reflexiones personas y mi diálogo con las instituciones, replantearon mi posición como investigadora y como antropóloga. Mis reflexiones son parte de un ejercicio personal que pretende buscar un sentido a una práctica académica que fue rebasada en muchos sentidos por un contexto convulso. Pretende condensar una práctica antropológica que salió de cualquier pauta planeada previamente y que me llevó a una serie de conclusiones que actualmente plasmo en mi tesis doctoral.