El régimen de alteridad “generalizado/dominante” en México se construyó basando la noción de otredad en la idea de la particularidad cultural de las colectividades e individualidades producidas como otras. Desde hace pocos años, la consideración de la alteridad ha tomado un giro racializado. Hoy, los reclamos de los grupos sociales, las narrativas de la opinión pública, las acciones de las agencias institucionales y los enfoques académicos han dado un giro hacia la raza y el racismo.
Este renovado interés va configurando un campo en el que no solamente se discute la existencia, reproducción y efectos del racismo desde una perspectiva abstracta, sino que ha provisto de herramientas para su identificación y denuncia como forma de violencia y, como una explicación de la desigualdad, la injusticia y la falta o exceso de oportunidades en todos los ámbitos y también, ha favorecido la re-incorporación de la categoría de raza y el desarrollo de “identificaciones racializadas” de manera explícita en las personas y las colectividades alterizadas.
En este contexto, y partiendo de la observación y documentación etnográfica de las articulaciones político identitarias de la afromexicanidad, en varios contextos y distintos períodos de tiempo, pero sobre todo en la Ciudad de México en los últimos cinco años, en esta ponencia me propongo reflexionar acerca de la conformación actual del que considero un régimen de alteridad racializado y los desafíos epistemológicos que éste plantea para la comprensión de las interacciones sociales, políticas y culturales de lxs afrodescendientes.