El propósito de esta conferencia es aportar una mirada desde los estudios culturales al
debate académico actual sobre el reconocimiento de los cuerpos sexogenericamente
diversos que reclaman una ciudadanía sexual desde la Universidad Autónoma de Chiapas
en México y de cómo responden a ello. Este acercamiento es planteado a partir de
experiencias de mujeres jóvenes que están en un doble tránsito: de género, de egreso de la
universidad o de incorporación al mercado laboral y que exigen una ciudadanía sexual, que
nos permite, a modo de experiencia vivida, conocer la práctica corporal y social, sus
resistencias y contestaciones sobre el tránsito, sus consumos e identificaciones con una
sexualidad disidente que reclama derechos y reconocimiento como corporalidad política.
Tal demanda colocaría en el centro del debate académico y social no solo el reconocimiento
sociopolítico de cuerpos discriminados por su orientación sexual e identidad de género,
sino la implementación, por parte, del Estado nación, de estrategias de interacción y
atención con las necesarias estructuras sociales. Estas interacciones de inclusión social,
advertimos, tendrían que orientarse hacia la resignificación de lo que hasta ahora había
configurado el vínculo entre ciudadanía y cultura: la atención a la salud, a la educación, a la
familia, al trabajo.
Desde la educación formal la universidad se destaca como una de las principales
formadoras de construcción de ciudadanía, de la construcción de un sentido crítico frente a
estereotipos, prejuicios y, por supuesto, estigmas sobre los cuerpos diferentes, por ello, en esta ponencia nos interrogamos acerca de ¿cómo recibe y gestiona la Universidad, en sus aulas, esta demanda ciudadana? ¿Cuál es la experiencia de interacción social de la universidad en cuanto a la atención de estudiantes que se asumen como disidentes sexuales y exigen ser tratados de acuerdo a sus identidades performativas?¿Cómo experimentan estos cuerpos el rechazo/aceptación, la discriminación y las violencias por su identidad de género en la universidad? ¿Cómo la universidad dialoga con estos nuevos formatos de
inclusión?