El extractivismo capitalista que anida en Honduras adquirió su rostro más cruel con el asesinato de la ambientalista Berta Isabel Cáceres Flores, fundadora y lideresa del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH). El motivo de su asesinato fue el proceso de defensa del río Gualcarque, que emprendió a lado de las comunidades lencas de Río Blanco, para frenar la amenaza socioambiental que representa el Proyecto Hidroeléctrico Agua Zarca, el cual estuvo financiado por los grandes capitales nacionales y transnacionales que lo impulsaron.
El objetivo de esta ponencia es problematizar sobre los alcances, límites, retos y posibles horizontes de construcción metodológica situada en contextos de violencia extractivista, a partir de la práctica etnográfica que realicé -en tiempos de pandemia mundial- como parte de mi investigación de posgrado, a lado de las mujeres lencas que defendieron su territorio. Aunado a ello, pretendo presentar algunas preguntas que interpelen nuestro espacio académico, como parte de la experiencia situada y corpórea que atraviesa la metodología crítica.