Durante mi investigación doctoral “Cali Resistencia, Cali de bien: territorios e identidades fragmentadas en la ciudad de Cali, Colombia”, realicé entrevistas a 14 jóvenes habitantes de los márgenes urbanos y del corredor integrado de la ciudad de Cali con el objetivo de conocer los elementos que componen su sentido de lugar y sentido de comunidad como ciudadanos de uno de los nodos urbanos más importantes del país, en medio de altos niveles de segregación socio-espacial y étnico-racial. En estas entrevistas afloraron narrativas experienciales en torno a las recientes movilizaciones sociales ocurridas en Colombia en los años 2019 y 2021, atravesadas por el discurso de los sujetos peligrosos (Foucault, 1988).
Como resultado, encontramos que la conjunción de las movilizaciones del 2019, el aislamiento obligatorio iniciado en el 2020 a raíz de la pandemia de COVID-19 y el nuevo levantamiento social y político del 2021 en Colombia, produjeron en las narrativas de estos jóvenes un solapamiento de los acontecimientos y un registro generalizado de confusión que dificulta el ordenamiento espacial y temporal de los eventos (Ricoeur, 1999). Adicionalmente, resulta clara la construcción de “sujetos peligrosos” tanto del lado de quienes habitan los corredores marginales señalando el accionar de una fuerza pública negligente y alienada, como por parte de los habitantes del corredor integrado, quienes aluden a la figura de personas “extrañas y capaces de cualquier cosa” para referirse a los protagonistas de las movilizaciones. Esta ponencia analiza desgarradores testimonios que permiten abundar en la reflexión sobre la inseguridad ontológica (Giddens, 1997) y la desconexión moral (Bravo, 2022) que caracteriza las narrativas de habitar la ciudad entre los jóvenes entrevistados y que se proyecta como eje de la experiencia urbana para este caso particular, así como sus implicaciones sobre la salud mental de esta población.