Este simposio surge de una serie de investigaciones etnográficas realizadas en diversas regiones indígenas y campesinas de México. Su propósito central es ir más allá de la consideración exclusivamente utilitaria de los recursos naturales en contextos de extractivismo y crisis ecológica, lo cual a su vez resalta la noción de una emergencia civilizatoria. Algunos ejemplos palpables de esta crisis se reflejan en las luchas sociales por el agua, la defensa del territorio y los movimientos socioambientales. En esencia, su objetivo primordial radica en profundizar en la comprensión de contextos en los que las ecologías nativas desempeñan un papel esencial al definir aspectos fundamentales de la existencia y la comprensión de la vida. Esto permite que se entrelazar y revelar las conexiones profundas entre lo que la comunidad local observa, comprende y valora, trascendiendo las categorías antropológicas tradicionales o expandiendo los límites de ellas, como en este caso, respecto a la Ecología Política que ha servido como uno de los puntos de partida históricos para los análisis socioambientales en la antropología mexicana. Este enriquecimiento proviene de una mirada informada por la experiencia y la historia arraigadas en su contexto cultural, que puede ser analizada o, al menos, interpretada a través de la etnografía. De este modo, el simposio proporciona una plataforma reflexiva que facilita la exploración de la interacción entre dinámicas socioambientales diversas. Estas dimensiones, desde una perspectiva etnográfica, permiten comprender una serie de interdependencias que ayudan a esclarecer la experiencia de estas sociedades en el mundo. En consecuencia, el simposio promueve un enfoque diferenciado que invita a reconsiderar diversas formas de racionalidad reflejadas en prácticas y conocimientos específicos a cada contexto etnográfico donde se representan extractivismos y prácticas que desestabilizan la experiencia del mundo en las comunidades en cuestión. Aboga, por lo tanto, por una perspectiva etnográfica enriquecida, centrada en la apreciación y el análisis de narrativas emergentes en estos diversos contextos de crisis. En lugar de concentrarse únicamente en consideraciones prácticas relacionadas con los recursos naturales, busca destacar prácticas y conocimientos locales que sustentan y enriquecen la vida de las comunidades indígenas y campesinas en todo el país. Estas narrativas “alter-nativas” se presentan como medios de acceso para una comprensión más profunda de estos contextos, ofreciendo una perspectiva que podríamos caracterizar como cosmopolítica, que va más allá de las limitaciones inherentes a los enfoques utilitarios históricamente abordados en la antropología mexicana.
