El objetivo de este simposio es reflexionar colectivamente sobre los impactos del cambio climático, las crisis y conflictos ambientales en las diversas formas de relación de las comunidades y colectividades sociales en la red de la vida. Como sabemos, la humanidad ha entrado a una nueva etapa en sus relaciones con la naturaleza, trastocando el metabolismo social, resultado de las nuevas y viejas formas de dominación corporativa, de la producción e intercambio de bienes naturales.
Cuando los cambios se convierten en transformaciones incontestables y cuando los efectos bioculturales, biotécnicos, biopolíticos de las sociedades humanas, en los ensamblajes bióticos o ecosistémicos y en las fuerzas bióticas/abióticas han provocado un punto de inflexión, los patrones de esas relaciones amenazan con la llegada de un colapso mayor. En otras palabras, esta etapa marca severas discontinuidades y se basa en incertidumbres acumuladas tanto a mediano como a largo plazo. Siguiendo a Anna Tsing (2015), desde esta perspectiva, la tierra se convierte en un lugar de refugiados, ya que tanto los humanos como los no humanos no tienen otro lugar para ir y escapar de la problemática escrita arriba.
Ante la transformación planetaria derivada de las diversas crisis climáticas y ambientales que afectan de manera irreversible y localizada los ciclos de vida, muerte y extinción, de los humanos y de todos los sistemas vivos de la Tierra, especialistas de todas las áreas del conocimiento académico (ciencias naturales, ciencias humanas y artes) llegan a conclusiones y exhortaciones análogas: requerimos conocer y entender otros modos de existencia que sean menos corrosivos para nuestros entornos, dado que nuestras imaginaciones conceptuales, políticas y prácticas no son suficientes para encarar las catástrofes del Antropoceno/Capitaloceno. Por ello, resulta fundamental pensar e imaginar futuros ambientales distintos. Conceptos como el de ecologías-mundo, metabolismo social, justicia ambiental o el tejido de la vida, pueden ayudarnos a construir esa visión de un futuro distinto. Un primer acercamiento a los estudios e investigaciones sobre el futuro permite identificar un gran número de reflexiones filosóficas y ontológicas entre utopías, heterotopias y distopías, entre otras formas de pensar el tiempo y su devenir.
Por ello, planteamos algunas preguntas que nos pueden ayudar a pensar las problemáticas arriba señaladas:
¿Cuáles son las formas de dominación y destrucción del tejido de la vida? ¿Cómo pueden dialogar las diversas perspectivas para comprender mejor las implicaciones de la crisis socioambiental? ¿Cómo desde una perspectiva indígena contemporánea se visualiza enfrentar los retos que el Antropoceno/Capitaloceno significa a los sistemas socioambientales? ¿Cómo considerar los diversos fines del mundo que colectivos humanos y más que humanos han vivido y están viviendo ante estos efectos? ¿Cómo impacta esto en nuestras perspectivas del tiempo futuro, del pasado y el presente, cuando las consideramos desde las perspectivas de los llamados pueblos indígenas? ¿Cómo impacta esto en los conceptos, los métodos, las teorías, las prácticas, de nuestras academias y disciplinas? ¿Qué propuestas nos permiten acercarnos a escenarios de justicia ambiental y a futuros ambientales no catastróficos?