En las últimas dos décadas las comunidades indígenas de México comenzaron a enfrentar, además de las viejas exclusiones, los desafíos de la inseguridad, de la violencia, el despojo, la captura criminal del Estado y la crisis de las instituciones electorales. Contrario a la razón colonial que ha visto a los indígenas como sujetos atrasados y carentes de subjetividad política, algunas comunidades del país han desarrollado procesos de resistencia que les permitido no sucumbir ante los nuevos desafíos y enfrentarlos de manera eficaz y con mayor imaginación que otros sectores de México.
Este simposio doble se propone estudiar algunas de estas experiencias comunales en distintas regiones de México que aportan claves importantes para pensar en una transformación intercultural del Estado mexicano desde su base.