En las últimas décadas en Michoacán el trabajo antropológico se ha complejizado, si bien el tema de la violencia e inseguridad fueron detonantes de procesos complejos para la investigación de campo, hoy nos enfrentamos a otros retos en el contexto de los proyectos autonómicos de las comunidades indígenas de Michoacán, aunado a los conflictos socioambientales detonados por el aguacate y la berry que nos retan a seguir otros caminos metodológicos. Los integrantes del simposio son originarios de Michoacán, situados políticamente en las problemáticas analizadas lo que enriquece la reflexión sobre la manera en la que se mira desde una etnografía situada. Nuestro interés en este simposio es abrir el diálogo y la reflexión sobre los compromisos éticos que se adquieren al ser parte de nuestras propias investigaciones tanto en la academia como en las comunidades de las que somos parte.