El simposio pretende insertarse en el marco del Congreso abordando el tema del quehacer antropológico en tiempos de violencias a partir del estudio de los sueños. A cualquier latitud y en cualquier contexto histórico y social, la experiencia onírica ha sido conceptualizada como un medio para acceder a una dimensión “otra”, por lo regular inaccesible durante la vigilia. Así, en el modelo occidental, la psicología y, sobre todo, el psicoanálisis consideran los sueños testimonios importantes del inconsciente y, más en general, de la interioridad del sujeto. Por su parte, en los sistemas culturales indígenas, el espacio-tiempo onírico está a menudo concebido como lugar en el cual encontrar y comunicar con los muertos, los antepasados, o algunas de las varias entidades extrahumanas que pueblan los pantheon locales. Entre estos dos polos, se encuentran además los infinitos matices propios de los llamados sistemas de creencias folclóricas o populares.
La actividad onírica y las narrativas que de ésta se desprenden juegan, pues, un papel crucial en la percepción, conceptualización y gestión de la crisis, tanto individual como colectiva. Los sueños se configuran como medios para otorgar sentido a los acontecimientos de la vida cotidiana hasta volverse, en muchos casos, en un verdadero paradigma epistemológico destinado a proporcionar explicaciones y pautas de acción para hacer frente a los eventos más diversos.
A la luz de lo anterior, consideramos los sueños no solamente como objetos dignos de un interés etnográfico específico, sino como vía de acceso preferencial hacia una antropología de la violencia. A partir de estas premisas, el presente simposio se propone como un espacio dialógico de reflexión y confrontación sobre el uso de las experiencias y narraciones onírica para lidiar con formas de violencia «estructural» (P. FARMER), «simbólica» (P. BOURDIEU) o directa. Tal enfoque permite además hacer hincapié en el carácter “productivo” de la violencia: pues, cualquier forma de violencia conlleva sufrimiento, angustias y estragos, pero también produce nuevas prácticas, relaciones sociales, símbolos de poder, economías morales y memorias compartidas.
Se acogerán ponencias que se enfoquen en el análisis de las relaciones entre 1) experiencias oníricas y crisis económica, política, social, sanitaria y climática (e. g., cómo la crisis influye en la actividad onírica y cómo las narrativas oníricas permiten reconceptualizar la crisis); 2) experiencias oníricas y crisis individual (e. g., papel de los sueños en sobrellevar y resignificar vivencias dolorosas, inquietudes y temores); 3) experiencias oníricas y acción social (e. g., uso del recurso onírico en la construcción de contra-narrativas, memorias colectivas y nuevos horizontes de sentido).