Los estudios antropológicos tienen presente que los momentos de ocio, deporte y recreación se han convertido en una forma más de expresión de las relaciones sociales y las implicaciones que conllevan para la creación de identidades y la formación de comunidades. En el contexto de violencia y desigualdad, agravado por la pandemia de Covid-19, se ha vuelto importante la práctica o la afición de algún deporte o disciplina de manera local, misma que es autogestionada en muchos casos, convirtiéndose así en el medio para poder subsanar la falta de interés por parte de algunas autoridades para formar y mantener a las comunidades, las cuales han conservado el sentido de pertenencia y la economía dentro de las localidades.
A partir de los Estudios Sociales del Deporte se busca enriquecer los trabajos antropológicos para entender temas centrales como lo son la identidad, el parentesco, la organización social, lo político y la economía, a través de la aplicación de herramientas de interpretación y análisis que cruzan tanto esos temas tradicionales de la antropología como las nuevas formas de abordajes metodológicos que han surgido en los contextos actuales de desigualdad utilizando el deporte siempre como punto de partida.
Dentro de estas propuestas se encuentra el análisis desde diferentes deportes y disciplinas como lo son el futbol, basquetbol, paracaidismo, atletismo y beisbol al igual que la identificación de problemáticas específicas para cada caso, desde el género, la discapacidad, las desigualdades, las fronteras simbólicas, la historia, memoria, transformación regional, institucionalidad y resistencias.